Durante décadas, millones de rayas oscuras y lineales que se entrecruzan en la superficie marciana han desconcertado a los científicos. Una nueva investigación finalmente proporciona una explicación completa: estas características, conocidas como rayas de pendiente, se forman principalmente por la erosión estacional del viento y el polvo, no por los impactos o la actividad sísmica que se sospechaba anteriormente. El estudio, publicado el 6 de noviembre en Nature Communications, analizó más de 2,1 millones de rayas de pendiente fotografiadas por el Mars Reconnaissance Orbiter de la NASA entre 2006 y 2024, revelando que menos del 0,1% de las nuevas rayas se originan a partir de impactos de meteoritos o martemotos.
El misterio de las rayas marcianas
Las rayas de pendiente aparecen como características de albedo oscuro en las laderas del terreno marciano. Descubiertos en la década de 1970, inicialmente se pensó que eran deslizamientos de tierra provocados por el derretimiento del hielo. Si bien los deslizamientos de tierra influyen, la nueva investigación demuestra que la mayor parte de la formación de rayas se produce mediante “procesos secos”, es decir, sin participación de agua. El autor del estudio, Valentin Bickel, de la Universidad de Berna, Suiza, descubrió que la gran mayoría de las rayas están relacionadas con patrones estacionales de viento y movilización de polvo.
Viento y polvo: la fuerza dominante
El análisis de Bickel reveló que las rayas de pendiente están agrupadas en cinco regiones clave de Marte. Constantemente aparecen nuevas rayas en estas áreas cuando la velocidad del viento estacional excede un umbral para el movimiento de polvo. Una vez que se alcanza este umbral, los deslizamientos de tierra se vuelven más probables, creando rayas visibles. Este proceso es similar a cómo los fuertes vientos en Marte provocan remolinos de polvo: tornados de polvo de gran tamaño que barren las llanuras del planeta.
Por qué tomó tanto tiempo
El misterio persistió durante décadas, en parte porque la formación de rayas ocurre en condiciones específicas: al amanecer y al atardecer. Estas condiciones no se observan fácilmente de manera directa, lo que explica la falta de relatos de testigos oculares sobre eventos que formaron rayas. El estudio estima que cada año se forman aproximadamente 80.000 nuevas rayas en Marte, dados los 1,6 millones estimados de rayas existentes. Es probable que la mayoría de las rachas persistan durante décadas antes de desaparecer, pero los datos a largo plazo son limitados.
Implicaciones para futuras misiones a Marte
Aunque las rayas de pendiente cubren menos del 0,1% de la superficie marciana, pueden ser el mayor contribuyente al polvo atmosférico. Comprender su papel en el ciclo del polvo marciano es fundamental para las futuras colonias humanas, ya que las tormentas de polvo plantean importantes riesgos operativos y para la salud. La investigación destaca la importancia de un seguimiento y análisis continuos de estas características para mejorar las predicciones y mitigar los peligros potenciales.
El estudio confirma que la erosión del viento y el polvo son los principales impulsores de la formación de rayas de pendiente en Marte, resolviendo un misterio de 50 años y proporcionando información crucial para futuras exploraciones.
