Un nuevo estudio internacional proporciona pruebas convincentes de que la rotación de cultivos, la práctica de alternar cultivos en un campo, supera consistentemente al monocultivo continuo (cultivar el mismo cultivo año tras año) en diversas regiones agrícolas. La investigación, en la que participaron científicos del INRAE (el Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente de Francia) y coordinada por la Universidad de Agricultura de China, analizó datos de más de 3.600 observaciones de campo en seis continentes, revelando mejoras significativas en el rendimiento de los cultivos, el valor nutricional y la rentabilidad agrícola. Este estudio, publicado en Nature Communications, subraya el potencial de un sistema agrícola global más sostenible y productivo.
Por qué es importante esta investigación
Si bien la rotación de cultivos ya es una práctica común en Europa para controlar plagas, enfermedades y malezas, el monocultivo sigue prevaleciendo en regiones como África y el sur de Asia. Comprender los amplios beneficios de la rotación de cultivos (y cuantificarlos en diferentes contextos agrícolas) es crucial para la transición hacia prácticas agrícolas más sostenibles en todo el mundo. A pesar de la gran cantidad de datos experimentales, hasta ahora falta un análisis exhaustivo del impacto de la rotación de cultivos, considerando múltiples factores.
El alcance del análisis
Los investigadores recopilaron y analizaron datos de 738 experimentos realizados entre 1980 y 2024. Estos experimentos incluyeron pruebas de campo pareadas (que compararon sistemas de rotación de cultivos con sistemas de monocultivo) y abarcaron una amplia gama de cultivos y regiones agrícolas. El estudio evaluó el impacto de la rotación de cultivos en tres áreas clave:
- Rendimiento del rendimiento: Análisis del rendimiento promedio y la variabilidad de los cultivos.
- Producto Nutricional: Evaluación del contenido de energía, proteínas y micronutrientes de los alimentos producidos.
- Ingresos agrícolas: Determinación del impacto económico en los agricultores.
Hallazgos clave: una clara ventaja para la rotación de cultivos
El análisis reveló una ventaja clara y consistente para la rotación de cultivos:
- Aumento de los rendimientos: La rotación de cultivos aumentó los rendimientos totales en un 20 % en comparación con el monocultivo continuo. La integración de legumbres (guisantes, frijoles, trébol, alfalfa) en la secuencia de rotación dio como resultado un aumento del rendimiento aún mayor (+23 % en comparación con +16 % sin legumbres).
- Variabilidad del rendimiento reducida: Las rotaciones de cultivos demostraron una menor variabilidad del rendimiento de un año a otro en comparación con los monocultivos, lo que generó cosechas más predecibles.
- Valor nutricional mejorado: Los alimentos cultivados en sistemas rotativos mostraron perfiles nutricionales significativamente mejorados:
- El contenido energético aumentó un 24%.
- El contenido de proteínas aumentó un 14%.
- El contenido de micronutrientes (hierro, magnesio y zinc) aumentó un 27%, 17% y 17%, respectivamente.
- Mayores ingresos agrícolas: Los agricultores que utilizan sistemas de rotación de cultivos experimentaron un 20% de aumento en los ingresos en comparación con aquellos que emplean prácticas de monocultivo.
Beneficios específicos de la región
El estudio también destaca el potencial de estrategias personalizadas de rotación de cultivos en diferentes regiones:
- América del Sur (Argentina y Brasil): Una rotación de soja y maíz podría conducir a un notable aumento del 118% en el contenido calórico, un aumento del 191% en la calidad nutricional y un aumento del 189% en los ingresos en comparación con el monocultivo continuo de soja.
- África occidental y meridional: una rotación de sorgo y maíz podría dar lugar a un aumento del 94 % en el contenido calórico, un aumento del 91 % en la calidad nutricional y un aumento del 89 % en los ingresos en comparación con el monocultivo continuo de maíz.
La investigación proporciona argumentos sólidos para la adopción generalizada de prácticas de rotación de cultivos, lo que demuestra su potencial para mejorar la seguridad alimentaria mundial, mejorar los resultados nutricionales e impulsar la rentabilidad agrícola.
En conclusión, este extenso estudio internacional ofrece evidencia convincente de que la rotación de cultivos es una estrategia valiosa para mejorar la sostenibilidad y la productividad agrícola en todo el mundo. Al optimizar la rotación de cultivos en función de los contextos regionales, los agricultores pueden obtener beneficios sustanciales en términos de rendimiento, nutrición e ingresos, contribuyendo a un sistema alimentario más resiliente y equitativo.
