Una nueva investigación profundiza en la peculiar resistencia de los chistes sobre papás y revela que quienes abrazan la cultura convencional (incluidos los amantes de las mascotas e incluso los que tienen inclinaciones religiosas) tienden a encontrarlos más divertidos. Un estudio realizado por los psicólogos Paul Silvia y Meriel Burnett analizó más de 32.000 chistes del foro r/dadjokes de Reddit y descubrió un vínculo sorprendente entre la apreciación del humor y la alineación cultural.
Los datos detrás del gemido
Los investigadores descubrieron que las personas que se identificaban como “culturalmente convencionales”, es decir, más educadas o religiosas, respondían más positivamente a estos juegos de palabras a menudo vergonzosos. Aún más curioso, el estudio destacó una fuerte correlación entre tener una mascota y disfrutar de los chistes de papá; la gente de los gatos, la gente de los perros y aquellos que aman a ambos los encontraban más divertidos que aquellos a quienes no les importaban los animales en absoluto. Como señalaron irónicamente los investigadores: “Uno se pregunta qué es lo que les resulta gracioso a las personas a las que no les gustan los gatitos y los cachorros”.
Más allá del remate
No se trata sólo de diversión; se trata de cómo el humor refuerza los vínculos sociales. Los chistes de papá, a pesar de su reputación, sirven como una forma de bajo riesgo de probar y afirmar el entendimiento cultural compartido. El estudio sugiere que la previsibilidad y simplicidad de estos chistes atraen a quienes valoran la tradición y la familiaridad. La investigación también confirmó una sospecha muy extendida: los propios padres encuentran los chistes de papá más divertidos que otros, un hallazgo que los autores consideraron “tranquilizador” en una era marcada por el escepticismo hacia la experiencia.
El panorama más amplio
La persistencia de los chistes sobre papás habla de una tendencia más profunda: la necesidad humana de un humor compartido y fácilmente digerible. En un mundo cada vez más fragmentado por divisiones políticas y normas sociales en rápida evolución, estos chistes ofrecen una experiencia nostálgica y unificadora. Son un recordatorio de que incluso en el caos, algunas cosas siguen siendo predeciblemente tontas. Los hallazgos del estudio no se refieren sólo al humor; son una instantánea de la alineación cultural y el atractivo duradero de la simplicidad.
