El cometa 3I/ATLAS se acercará más a la Tierra hoy, 19 de diciembre, marcando el final de su breve pero fascinante viaje a través de nuestro sistema solar. Descubierto en julio de 2023 por el telescopio ATLAS en Chile, este visitante interestelar ha cautivado tanto a científicos como a entusiastas del espacio. Pasará dentro de aproximadamente 168 millones de millas (270 millones de kilómetros) antes de continuar su trayectoria fuera de nuestro sistema solar para siempre.
Este cometa es importante porque es sólo el tercer objeto interestelar confirmado que se detecta pasando por nuestro vecindario. El primero fue el asteroide Oumuamua en 2017, seguido del cometa 2I/Borisov en 2019. Cada objeto que pasa proporciona datos invaluables sobre cuerpos celestes más allá de nuestro sistema solar, lo que ayuda a los astrónomos a reconstruir la composición y los orígenes de otros sistemas estelares.
Por qué esto es importante: una ventana a otros mundos
El estudio de cometas interestelares como 3I/ATLAS no consiste sólo en observar una roca que pasa; se trata de comprender las condiciones en otros sistemas estelares. Estos objetos transportan información sobre su estrella madre y los entornos donde se formaron hace miles de millones de años. Al analizar su composición química y su comportamiento, los científicos pueden obtener información sobre los componentes básicos de los sistemas planetarios más allá del nuestro.
Visualización en vivo y hallazgos clave
Para aquellos ansiosos por presenciar el evento, el Proyecto del Telescopio Virtual realizará una transmisión en vivo gratuita a partir de las 11 p.m. EST (0400 GMT) el 18 de diciembre, pasando por la máxima aproximación del cometa a la 1 a.m. EST (0600 GMT). El cometa es demasiado débil para verlo a simple vista, pero los telescopios con una apertura de 8 pulgadas o más pueden captar una mancha de luz tenue y borrosa bajo un cielo oscuro.
Observaciones recientes han revelado detalles intrigantes sobre 3I/ATLAS. La nave espacial Europa Clipper de la NASA, en ruta hacia Júpiter, capturó una imagen del cometa utilizando su espectrógrafo ultravioleta (UVS), detectando oxígeno, hidrógeno y polvo en su composición. Estos datos confirman que el cometa atravesó un período de alta actividad de desgasificación después de su máxima aproximación al sol.
Jets oscilantes y firmas de rayos X
Los astrónomos también descubrieron que 3I/ATLAS exhibe una oscilación única en sus chorros de gas y polvo, girando una vez cada 14 a 17 horas. Este comportamiento, aunque inusual, se alinea con la actividad observada en los cometas que se originan en nuestro propio sistema solar. Además, el observatorio XMM-Newton y XRISM detectaron un brillo de rayos X que se extendía a 400.000 kilómetros del núcleo del cometa, proporcionando más datos sobre su composición e interacción con la energía del sol.
Seguimiento del cometa
Para aquellos interesados en seguir el viaje de 3I/ATLAS, la página web Eyes on the Solar System de la NASA ofrece un modelo 3D basado en observaciones de la vida real. Otros métodos de seguimiento incluyen la base de datos de observación de cometas, aplicaciones de astronomía para teléfonos inteligentes como SkySafari y la transmisión en vivo del Proyecto del Telescopio Virtual.
A medida que 3I/ATLAS continúe su trayectoria de salida, sus datos seguirán informando nuestra comprensión del espacio interestelar. Si bien este cometa no regresará, su legado permanecerá en los conocimientos científicos que ha proporcionado.

































