Un cráter de impacto del tamaño de una ciudad notablemente bien conservado en Marte, apodado “mariposa cósmica” por los científicos, está proporcionando nuevos conocimientos sobre el pasado acuoso del planeta. El cráter, ubicado dentro de la región geológicamente activa de Idaeus Fossae en las tierras bajas del norte de Marte, exhibe una forma asimétrica distintiva que se asemeja a alas extendidas.
La anatomía de un cráter inusual
A diferencia de los típicos cráteres de impacto circulares, esta formación debe su estructura única a un asteroide que impactó contra Marte en un ángulo extremadamente superficial. En lugar de expulsar los escombros de manera uniforme, el golpe indirecto arrojó material hacia afuera en distintos lóbulos, formando las “alas” elevadas que se extienden aproximadamente 12,4 millas (20 kilómetros) de este a oeste y 9,3 millas (15 kilómetros) de norte a sur, un área comparable a la isla de Manhattan.
El orbitador Mars Express de la Agencia Espacial Europea (ESA), que ha estado orbitando el planeta desde 2003, proporcionó datos topográficos de alta resolución utilizados para crear imágenes detalladas y simulaciones del cráter. Los científicos de la ESA sugieren que el suelo irregular, parecido a una nuez, del cráter es más liso que las alas que lo rodean, lo que indica que el derretimiento del hielo subterráneo inducido por el impacto puede haber fluidificado el material expulsado. Esto sugiere que existían cantidades significativas de hielo de agua debajo de la superficie en el momento del impacto.
Por qué esto es importante: Descubriendo la hidrología marciana
El descubrimiento no se trata sólo de un cráter de forma extraña. Se trata de comprender cómo existía y se movía el agua en Marte, potencialmente hace miles de millones de años. La distribución desigual de los escombros sugiere una interacción dinámica entre la energía del impacto y el ambiente volátil del subsuelo.
Esto es particularmente importante porque Marte hoy es un mundo frío y árido, pero la evidencia apunta cada vez más a un pasado más cálido y húmedo. La presencia de antiguos lechos de ríos, depósitos sedimentarios y, ahora, cráteres de impacto que parecen haber interactuado con el hielo subterráneo, refuerza los argumentos a favor de un Marte primitivo más habitable.
Un patrón recurrente: otras formas “animales” en Marte
Esta no es la primera vez que Marte revela formaciones geológicas que se asemejan a la vida terrestre. En 2006, el orbitador Mars Express identificó otro cráter con forma de mariposa en la región de Hesperia Planum. Los rovers de la NASA también han capturado imágenes de rocas que se parecen a animales: una tortuga, estructuras parecidas a corales e incluso “arañas” formadas por la sublimación del hielo subterráneo.
La prevalencia de estas formas es probablemente una coincidencia, pero pone de relieve cómo nuestros cerebros están programados para reconocer patrones, incluso en formaciones geológicas aleatorias. Más importante aún, subraya el poder de los datos orbitales y de los rovers para revelar detalles ocultos sobre la superficie de Marte.
Se desconocen la edad y el tamaño exactos del asteroide que impactó. Un análisis más detallado puede revelar si aún residen fragmentos de la roca espacial dentro del cráter. Independientemente, la “mariposa cósmica” es un sorprendente recordatorio del pasado violento y acuoso del Planeta Rojo, y ofrece una visión de un Marte que alguna vez pudo haber sido mucho más hospitalario de lo que es hoy.





























