El Telescopio Espacial Hubble ha vuelto su mirada hacia NGC 3370, una cautivadora galaxia espiral ubicada dentro de la constelación de Leo. Esta imagen, publicada como Foto del día de noviembre de 2025, ofrece una vista detallada de una galaxia que ha despertado un interés especial entre los astrónomos durante años. La inclusión de NGC 3370 en un pequeño grupo de galaxias observadas previamente por el Hubble subraya su valor para ayudar a los científicos a descifrar la compleja danza de la evolución galáctica.
Comprensión de los grupos galácticos y sus interacciones
NGC 3370 no es una isla aislada en el espacio; pertenece a un pequeño grupo de galaxias. Este contexto es clave para comprender su significado. El estudio de galaxias dentro de grupos como este permite a los astrónomos observar de primera mano cómo interactúan las galaxias, influyen entre sí en la formación de otras y evolucionan a lo largo de vastos períodos de tiempo cósmico. Estas interacciones son cruciales para el desarrollo galáctico; considérelas como dinámicas de vecindad galáctica.
¿Qué es una galaxia espiral?
Las galaxias espirales son quizás las estructuras más emblemáticas y reconocibles del universo. Se caracterizan por sus elegantes brazos giratorios que emanan de un núcleo central brillante. Dentro de estos brazos, es probable que encuentre una mezcla vibrante de estrellas jóvenes recién formadas, estrellas más viejas y más establecidas, además de nubes arremolinadas de gas y polvo cósmico: la materia prima para el nacimiento de nuevas estrellas.
Nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, es un excelente ejemplo de este tipo. El examen de otras galaxias espirales, como NGC 3370, proporciona información valiosa sobre los procesos más amplios de formación y evolución galáctica. Al estudiar estas galaxias distantes, esencialmente estamos estudiando la historia de galaxias como la nuestra.
Ubicación y distancia: un vistazo a 90 millones de años luz de distancia
NGC 3370 reside dentro de la constelación de Leo, a unos notables 90 millones de años luz de la Tierra. Esta gran distancia significa que la luz que vemos hoy abandonó la galaxia hace millones de años, brindándonos una ventana a su pasado distante.
Velas estándar: midiendo el universo
Lo que hace que NGC 3370 sea particularmente fascinante para los astrónomos son dos tipos específicos de eventos celestes que ocurren dentro de ella: estrellas variables cefeidas y supernovas de tipo Ia. Ambas actúan como lo que los astrónomos llaman “velas estándar”.
Estrellas variables cefeidas: pistas pulsantes
Las estrellas variables cefeidas son estrellas que se iluminan y oscurecen a un ritmo predecible. La clave es que cuanto más largo sea el ciclo de pulsación, más brillante será la estrella. Esto permite a los astrónomos determinar su brillo intrínseco y, al compararlo con su brillo aparente visto desde la Tierra, pueden calcular su distancia.
Supernovas tipo Ia: explosiones consistentes
Las supernovas de tipo Ia son aún más útiles. Estos ocurren cuando una estrella enana blanca (el núcleo remanente de una estrella similar al Sol) sufre una explosión termonuclear catastrófica. Una característica definitoria de las supernovas de Tipo Ia es su brillo máximo casi uniforme. Esto permite a los astrónomos utilizarlas para medir distancias en espacios de espacio aún mayores.
Medición de distancias cósmicas y el universo en expansión
Tanto las estrellas variables cefeidas como las supernovas de tipo Ia son vitales para construir lo que se conoce como la escalera de distancias cósmicas. Al combinar las distancias a estos objetos, los astrónomos pueden medir qué tan rápido se está expandiendo el universo. La precisión de esta medición ha revolucionado nuestra comprensión de la edad, el tamaño y el destino del universo.
La inclusión de estas dos “velas estándar” en NGC 3370 la convierte en una valiosa adición al conjunto de herramientas del astrónomo para mapear el cosmos y mejorar nuestra comprensión de la gran escala y el movimiento del universo.
